giovedì 26 aprile 2012

LA EMPRESA DE AYER, DE HOY Y DE MAÑANA


Nuestra sociedad plantea un gran número de necesidades, por lo que es necesario contar con un modelo de organización económica que permita su satisfacción.
Podemos definir la empresa come una unidad económica que, a partir de la combinación organizada de diferentes factores materiales y humanos, produce un bien o un servicio destinado a conseguir un beneficio económico.
La empresa es un sistema abierto en permanente interacción con el entorno o marco socio económico del que recibe inputs y al que ofrece outputs, una vez que los primeros han sido sometido a un proceso de transformación.

La empresa se puede considerar como un hecho social tan antiguo cuanto la humanidad.
La organización centralizada de los recursos no pudo estar ausente ni siquiera en la más primitivas sociedad de los paleolíticos. Obras colosales como las pirámides egipcias de la IV dinastía o la muralla China del siglo III a.C., solo pudieron acometerse bajo alguna forma de dirección empresarial. Mas adelante, actividades económicas complejas, como la banca, los seguros o la sociedad de capital, ya se dieron en la Grecia clásica, y el derecho romano fue la base jurídica más importante de las relaciones económicas en el mundo occidental hasta el siglo XIX.

Con el declive de la economía urbana, la  organización económica y social de la Alta Edad Media giran entorno a la figura del feudatario o de un patrón, el cual ocupaba el escalón más alto largo una estructura jerárquica que favoreció la especialización laboral.
La Baja Edad Media esta caracterizada por la presencia del gremio artesanal, con un bajo numero de operarios al servicio del maestro, el pequeño comerciante, itinerante o sedentario, y un entorno rural abrumadoramente mayoritario.  En esta época empiezan a surgir núcleos de pequeñas empresas dedicadas a realizar actividades de carácter artesanal o comercial impulsadas por el nacimiento de las primeras ciudades, donde se concentraba un núcleo de personas que podían demandar los productos en un mercado local. Estas empresas disponían de una estructura muy simple, en las que las tareas de dirección y producción recaían en las mismas personas. Etapas históricas donde la producción era destinada a satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones a excepción de las actividades, como introducido antes, realizadas por los trabajadores en régimen de dependencia de los señores feudales.

Cuando en la Edad Moderna empieza lo que Cameron (1989;1990, p.21) llama la “segunda logística de Europa”, se inicia un ciclo de expansión económica que llegara hasta mediado del siglo XVIII, donde los cambios tecnológicos en el arte de navegar , la construcción de barcos, la fabricación de armas de fuego y la metalurgia actuaron como ”innovación trascendental” que puso en marcha un nuevo proceso. En este contexto, la rigidez de la organización germinal empezó a hacerse asfixiante para los emprendedores que empezaron a surgir como setas. Para superar esta situación asistimos al surgir de dos nuevas forma de trabajo: el putting out system y la gran manifactura.

El putting out system o industria a domicilio es una forma de empresa en la que el empresario suministra anticipadamente algún elemento material o instrumental sin llegar a centralizar el trabajo, que se hace a domicilio y según una técnica propia. Inglaterra será el estado que mas ventaja obtendrá de esta forma de empresa.
La gran manifactura representa el input para la revolución industrial y una consecuencia a la solicitud siempre mas amplia de productos por partes de los clientes, no posible de satisfacer con la producción típica de una industria a domicilio. Efectivamente la gran manifactura respondía a las necesidades de ampliamente de producción bajo control, a un ritmo siempre mas rápido y a la introducción de maquinarias moderna, grande y costosa.

A mediado del siglo XVIII, cuando el panorama económico Europeo es caracterizado por la presencia de gran industria manifacturiera, se empiezan a poner las bases para unos de los acontecimiento mas impactante de la historia: la Revolución Industrial.


Esta representa el hito que marca el nacimiento de la empresa moderna, impulsada por el desarrollo de nuevas tecnologías. Es en esta época que nacen las economías de escala, la especialización y la división  del trabajo y la producción de masas, hechos que requieren un conjunto de maquinas que trabajan a la vez para conseguir una cantidad considerable de productos finales.
La Revolución Industrial responde a las necesidades expuesta por la sociedad de esta época: una sociedad en continuo desarrollo y tumulto, donde el dinero detiene siempre mas poder y donde se empieza a plantear y con dividir el concepto de masificación: de ideas, de valores, de constructos y en fin de productos.
Fue el ingeniero norteamericano  Taylor quien elaboro sus teorías sobre organización desde su experiencia de trabajo en industrias americanas, difundiendo sus investigaciones durante la segunda década del siglo XX. Su teoría se planteaba sobre una división orgánica del trabajo que solicitaba la especialización de los obreros, la presencia de unidad de dirección y de mando, que estuviesen encima de una estructura jerárquica bien disciplinada y organizada. El puso las bases para una “organización científica del trabajo”, con el objetivo de responder a las exigencias de los nuevos grupos industriales americanos, primero la utilización mas racional de la gran masa de fuerza laboral, sin ninguna califica.
El planteaba su estrategia sobre el “Management científico”, es decir una rígida división entre trabajo intelectual y manual y en la parcelizacion del trabajo manual, única forma, en su opinión, de eliminar cualquier residuos y ineficiencias.
Todos estos conceptos encentraron aplicación practica en la producción de masa, al cual desarrollo contribuyo de forma incisiva el industrial Henry Ford.
Este industrial signo una época de producción, la que podemos definir como “fordismo”. El fordismo es la producción en serie en el modelo de cadena de montaje, a utilizar maquinaria con  fines especiales y principalmente, trabajadores no cualificados en una división del trabajo en una fragmentación de tares cada vez mayor. Esta era se caracteriza por la dominación de los mercados de masas y por bienes estandardizados que se mantiene durante largo tiempo; el fordismo surge de la eficiencia tecnológicas de la producción planificada, que se basa en la separación entre concepción y ejecución, y de la eficiencia económica, la lógica de la ventaja comparativa y del funcionamiento del mercado.


En los años 50 y 60 del XX siglo los mercados locales e internacionales se caracterizaron por una demanda creciente en términos de volúmenes y estable en términos de calidad y características de los productos. En este contexto, la mayoría de los sectores industriales estuvieron dominados por grande empresas monoproducto, integradas verticalmente y caracterizadas por el típico modelo fordista de organización de la producción. Las empresas para todos los años 50 y 60 optaron por un continuo crecimiento dimensional que cubriera la demanda potencial, de modo de no dejar espacio a posibles competidores. No obstante la adopción de esta estrategia, existían, en cada sector, unos segmentos limitados de mercado que la grande empresas encontraban conveniente dejar a empresa de pequeña y mediana dimensión productoras de bienes diferenciados.
Hasta el inicio de los años 70 la tasa de crecimiento de la demanda, en los varios sectores de la economía occidental, fue constante y predecible, de modo que la empresa siguió con la misma estrategia.  

En los primeros años 70 se determinaron en la economía occidental una series de factores que llevaron la gran industria fordista a una profunda crisis. La caída del régimen de cambios en vigor para todo el periodo de la post guerra, el aumento incontrolado y constante del precio del crudo, el incremento relativo y generalizado del coste del trabajo, las modificación en las características de la demanda y la multiplicación de los factores aleatorio, redefinieron las características de los mercados y del modelo prevaleciente de competencia.
La competencia asumió aspectos fuertemente dinámicos que imponían a las empresas la adopción de estrategias de gestión de una cartera de bienes diferenciados, bien definidas y en continua renovación, con el vínculo de no generar aumentos de costes unitarios. Todo eso se traduce en una clara tendencia hacia las pequeñas empresas, a una descentralización productiva y a la subcontratación.
Entre la mitad de los años 70 y la de los años 80 se asistió a la derrota del modelo fordista y a la afirmación de la especialización flexible y al nacimiento de los distritos industriales. El primer fenómeno hace referencia a un modelo laboral basado en una elevada diferenciación de los productos, en una fuerza de trabajo cualificada y polivalente, en plantas y maquinarias escasamente especializadas y series productivas breves. Por otro lado los distritos industrial son áreas reservada al desarrollo de pequeñas industrias, cerca la una de la otra, que han una producción complementaria.

Luego la segunda mitad de los años 80 se afirma y toma plazo el fenómeno de la globalización: la creciente integración e interdependencia de las economías nacionales y al ampliamento de los horizontes a escala internacional de las grandes empresas. Desde este momento las grandes empresas han optado por la reorganización del ciclo productivo, externalizando algunas fases intensivas en mano de obra a las pequeñas y mediana empresa, tratando de orientar al mismo tiempo las tendencias de la demanda. Han ido invirtiendo hacia las adquisiciones de nuevas tecnologías y hacia el sector de servicios y de distribución, obteniendo también la capacidad de cubrir adecuadamente cada posible segmento de mercado y satisfacer y orientar las exigencias de los consumidores.

Hoy en día las empresas, los empresarios y los directivos se encuentran ante el más amplio reto de respuesta humana e institucional como consecuencia de los procesos de cambio. Las rupturas de las economías, la plena integración de europea con sus nuevas dimensiones, la  permanente evolución tecnológica y los cambios de valores implican rupturas relevantes en los entornos empresariales, así como una fuerte incidencia en la dinámica empresarial.
Desde el punto de vista estratégico, la distribución de los valores entre las fuerzas competitivas ha cambiado, la afirmación del virtual market place ha acercado muchos sectores a los “mercados perfectos”, con transacciones a nivel global y a fortalecido algunas relación de partership entre las empresas. Las impresas que antes dominaban en un sector, hoy tienen que enfrentarse a nuevas empresas dueñas de nuevas estrategias de mercado.


La segmentación del marketing clásico entra en crisis, en cuanto es siempre mas complicado identificar grupos homogéneos de clientes en una sociedad en constante evolución y cambio; la empresas se enfrentan a un publico siempre mas selectivo y calificado a la hora de elegir un producto. Por otra parte los clientes se enfrentan a una multitud nunca existida de diferentes productos, sin  tener el tiempo para reflexionar demasiado sobre sus elecciones y constantemente bajo la presión adquirida por la marca.
Además los cambios están interesando la esfera social, sobre todo los modelos socio – culturales guías de los consumidores y de los empresarios. Actualmente la sociedad representa un importante stakeholder para las empresas, que tienen que conformar sus productos y su forma de producir a sus exigencias y normativas. (Por ejemplo las normas ambientales).  La disponibilidad de nuevas tecnologías induce cambios en los mercados que empujan a las empresas a organizarse de otra forma y a ofrecer nuevos productos y a buscar nuevas tecnologías sobre las cuales plantear la propia ventaja competitiva.  Hoy en día todos los sectores de mercado son afectado para la innovación en cuanto luego a la globalización, han surgidos muchos competidores desconocidos, propios de otros sectores con los cuales no estaban acostumbrado a competir.
El concepto de innovación total y constante párese ser la clave para una empresa ganadora en el futuro. Un mañana que se presenta siempre más caracterizado por la incertidumbre y el cambio.
Dirigir empresa, así como cualquier otro tipo de instituciones, al igual que dirigir hombres en situaciones de cambios mutativos, exige romper los esquemas tradicionales sobre lo que es la empresa y la forma de configurar su Management. Para que una empresa en el futuro pueda tener existo tiene que ser reactiva y dúctil, tiene que conformarse a las exigencias y aun mejor dictar las exigencias, elegir ella misma cual serán las necesidades y los pedidos de sus futuros clientes. No tiene que ser liada a un sitio físico, sino que tiene que plantear sus oficinas en el mundo virtual, on – line. Tiene que cuidar a sus clientes como si fueran sus hijos, mirar a la lealtad de modo que no sea el producto sino la marca que compran y quieren comprar.
Las empresa del futuro para tener éxito, en mi opinión, tiene que romper con todos los esquemas tradicional y enfocar todos sus esfuerzo en la innovación que tiene que ser constante y coherente con su entorno socio – cultural, que cada día deviene siempre mas amplio y de múltiples facetas y sombras.

BIBLIOGRAFIA.
-          Innovazione di prodotto e delle imprese, Roberto Verganti, Politecnico di Milano.
-          ¿Del fordismo al postfordismo?: el advenimiento de los nuevosmodelos de organización industrial, Vincente Safon Cano, Universidad di Valencia.
-          L’affermazione del modello fordista e la produttivitá marginaledel lavoro, M. Balconi e R. Fontana, Dispense di Economia: 7) il modello fordista e la produttivitá del lavoro.
-          Empresa. Historia, clasificación y gestión, Claudio Corona Contador.
-          Empresa. Organización de empresas (tercera parte), Editorial McGraw-Hill.
-          Estrategias empresarial: como implementar la estrategia en laempresa, Cuno Pümpin,Santiago García Echevarría.
-          Historia economica de la empresa moderna, José Luis García Ruiz.
-          Empresa e Iniciativa Emprendedora,  Ma Eugenia Caldas, Reyes Carrión, Antonio J. Heras.

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